Es bastante preocupante las estadísticas sobre la cantidad de jovenes hombres y mujeres que viven con una enfermedad de transmisión sexual o que estan afrontando un embarazo adolescente no deseado.
Según el informe del BID , en http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=36742915, "se calcula que más de 2,1 millones de personas viven con VIH/SIDA en AméricaLatina y el Caribe. Entre ellos, 250.000 son jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, de quienes el 52% son varones y el 48%, mujeres."
Hace unos días la prensa peruana dio cuenta de una intervención a una discoteca, señalandose consumo de alcohol y drogas y que se había requisado bebidas alcohólicas, drogas y preservativos.
Los preservativos permiten sexo seguro, si son adecuadamente usados brindan protección contra las infecciones de transmisión sexual,
En nuestra práctica profesional hemos recibido casos en los que jovenes se han contagiado de una ITS por no haber previsto que su pareja podía tener una infección de transmisión sexual por alguna relación anterior.
Muchos de los jovenes se inician en la sexualidad, incentivados por el grupo de pares o la curiosidad sin protegerse. Las adolescentes que abortan o las que continuan su embarazo ponen en riesgo su salud y lo que será su calidad de vida y la de sus hijos. El consumo de alcohol y las carencias de todo tipo son caldo de cultivo para la presencia de estas conductas de riesgo.
Recuerdo el caso de una jovencita que fue contagiada de herpes genital por su primer enamorado quien sabía que tenía la enfermedad y no uso preservativo ni le informo que tenía esta infección. Ella de 18 años estaba ansiosa, deprimida, con una aguda crisis emocional. No contaba con seguro de salud, una brillante estudiante , se sentía culpable pues su mamá hacía todos los esfuerzos para pagarle sus estudios. Ellos terminaron después que un médico le explico cual era el diagnóstico y él se involucró con otra jovencita a la que tampoco le dijo que era portador de herpes genital.
Otro caso, una mujer muy conservadora, soltera, en sus 30s, con su primer enamorado, con el que estuvo 10 años no tuvo relaciones sexuales, terminaron porque no sentían que el amor continuaba, en un viaje conoció a un chico, tuvieron relaciones sexuales y se contagió de una ITS, vino a consulta llorosa y deprimida pues su plan de vida había sido afectado. Ella quería casarse y no sabía como podría alguien aceptarla sabiendo que tenia una ITS.
Otra paciente se sentía deprimida, había tenido relaciones con su único enamorado quien le había contagiado de papiloma virus, se estaba tratando pues tenía un gran riesgo de desarrollar cáncer al cuello uterino.
Pacientes que han sido drogadas por amigos en quienes confian en salidas en las que las relaciones sexuales son bajo el efecto de sedantes y sin consentimiento.
También hemos escuchado a chicos y chicas que después de embriagarse o drogarse en una discoteca, se acuestan con personas de las que no saben nada, ni su nombre, ni apellido, asustandoles la posibilidad de ser contagiados de una ITS pues por su estado de conciencia no atinaron a usar ninguna protección,
Este es una situación real que afecta el presente y el futuro pues tanto las ITS como el embarazo adolescente implican no solo gastos en salud sino representan una amenaza contra los planes de desarrollo personal de los jovenes
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