miércoles, 21 de noviembre de 2012

Desorden y vida cotidiana

Cada organismo tiene un orden, una estructura....aún cuando se encuentra en permanente evolución y cambio. Así también los estilos de vida y las organizaciones sociales; familia, escuela, grupos van cambiando y se van adaptando a nuevas condiciones.

Actualmente constatamos que el tiempo es un bien escaso, existen muchas espectativas y tareas sobre que hacer con él. Nos demoramos más en transportarnos de un lugar a otro para trabajar, estudiar, adquirir lo necesario para nuestro estilo de vida. Usamos mucho tiempo en comunicarnos, pasamos tiempo en las redes sociales, muchos pasan horas con la tv, con la pc y el tiempo para compartir, para organizar la casa es más limitado,

Hace algunas generaciones el tiempo estaba bastante definido por las estaciones del año, por la definición de roles y tareas así como las horas eran compartidas entre el cuidado de la casa, las necesidades de agua, de salud, de transporte, de sobrevivencia.

Nos preguntamos que pasa con nuestros niños y niñas, con los y las adolescentes y con quienes somos adultos con nuestros sentimientos ante el orden y la organización ante la presión por adquirir cosas y la escasez de tiempo que desean dedicar a estos procesos.

Muchos han escrito y practicado la necesidad de tener una disciplina que  forme el carácter, la preparación para la vida. No solo las instituciones castrences, las educativas, las religiosas consideran  fundamental el contar con organización en un ambiente pulcro, limpío, claro y previsible.

Sin embargo, hoy más que nunca nos quejamos del desorden en las calles, en las instituciones, en las familias y eso nos angustia tanto como nos presiona el orden rígido donde el placer o lo imperfecto está ausente.

El orden tiene que ver con muchos aspectos:
  • Respeto al entorno..aquellos que no lo cuidan lo destruyen, extraen de él la riqueza y la agotan
  • Respeto al otro..si ensucio, desordeno, estoy alterando el ambiente del prójimo
  • Respeto a mi mismo..me merezco un buen lugar para vivir, trabajar..aseado, ordenado, donde las cosas esten a mi alcance, un medio limpio.
Los primeros que ordenan son los adultos...las casas requieren un mantenimiento que las haga habitables, agradables..no importa lo que tengamos o no..la limpieza, la organización..flores..colores  hacen que ese lugar nos permita compartir, trabajar, descansar.

En está epoca consumista se tienen muchas cosas que no usamos y pueden ser de utilidad a otras personas o que podemos reciclar para actualizar su uso.

Es una reflexión permanente en consulta porque a los niños y adolescentes así como a muchos adultos les cuesta tanto ordenar. Parte del desorden interno, la falta de autoestima, la evasión ante las dificultades de la vida puede estar proyectado en el desorden externo.

Es una conducta infantil esperar que alguien se haga cargo de cuidarnos, de ordenar nuestro entorno, de organizar lo que vamos haciendo o usando..Es parte del desarrollo ser autónomo, tener iniciativa, ser competente y laborioso (Erik Erikson en sus seis etapas de desarrollo psicosocial)

Es una expresión de desarrollo personal hacernos responsables de nuestro entorno pero respetando las condiciones y los derechos de los demás. Importante crear y recrear, con arte y estilo..para ello cada cultura ha mejorado la estética con diversos elementos desde las cuevas..pinturas..cerámica decorativa, esculturas líticas, espacios altos con distintas texturas, mobiliario, ventanas, materiales para admirar.

Estamos en el momento del usar y botar, de los bienes intercambiables, la sociedad de consumo hace que nos alienemos de nuestro entorno, que lo sintamos ajeno...no es nuestra casa..ni nuestro colegio..ni nuestro barrio..ni nuestra ciudad..ni nuestro país y somos presa fácil de nuestros impulsos y de los deseos cambiantes de los demás..también se puede trastocar el valor de las relaciones humanas y sentir que los seres humanos son intercambiables.

Cuando no somos puntuales, cuando ensuciamos el entorno no nos sentimos involucrados ni partícipes, ni pensamos en lo que nos gustaría encontrar, en como queremos nuestro mundo y lo que vamos a dejar al otro, también al ser humano del mañana.

Muchas(os) adolescentes miran su entorno y a sí mismas(os) de otra manera cuando se enamoran..le dan valor a su arreglo, al arreglo de la casa, a las flores..al color de las paredes..a los adornos y sienten que su territorio tiene que ser "hospitalario" que de ganas de quedarse, de permanecer, de disfrutar.

Si pensamos que la vida se forma de momentos, de detalles y que habitamos en casas, habitaciones, necesitamos formar hábitos de autocuidado y cuidado de los hogares y el entorno.

Cuando las personas viven en una casa y la comparten se nota mucho los hábitos de autonomía, de respeto..lavar la vajilla, barrer, limpiar..ordenar..hace que nuestro hogares nos permitan sentirnos bien tratados..

Lo opuesto se da en casas donde no puedes ingresar a algunos ambientes, ni usar la vajilla, ni tocar las cosas que están colocadas como un museo que no puedes disfrutar..están para los momentos o las personas que se consideran van a ser acogidas como si fuera una revista..sin tener el calor de aquello que es nuestro, que se mira, se disfruta..porque es parte de nuestra cotidianeidad.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Sueños previos a la muerte

Desde mi niñez he escuchado historias sobre lo que sueñan aquellos que están próximos a morir, muchas veces de boca de las personas que estuvieron más cerca de ellos en sus últimos momentos ya sea familiares o cuidadores.

Es frecuente el soñar con seres queridos que hace años han fallecido quienes le hablan y les revelan que han venido por ellos.

Muchas veces es la mamá, los padres, los hermanos pero siempre los seres que amaron y por los que fueron amados...con mucha paz los que están viviendo sus últimos días sueñan que han recibido una visita, que se le han acercado y les han hablado que pronto partiran con ellos.

Las personas los recuerdan felices, jovenes, hablandóles con cariño y relatando que vendrán pronto por ellos, a llevarlos, a acompañarlos.

Siempre estas historias me han intrigado, estos sueños vividos como experiencias reales,  con intensidad inusual en medio de su debilidad,  que hace que lo cuenten como si fuera algo que les ha pasado : "han venido mis papás y me han dicho que me van a llevar", "vino mi mamá y me sonrío y me dijo que pronto estaría junto a ella", "ha venido a visitarme y me ha dicho que pronto nos iremos juntos"

Cuando uno es niño a veces uno se despierta con la sensación que los sueños son reales y lo mismo ocurre con quienes están en sus últimos días. Es muy impactante escuchar que hay acompañantes en el momento final, quienes se manifiestan para permitir el tránsito, el abandono del cuerpo.

En esas historias siempre se habla de una mejora antes del fin, de despedidas, bendiciones y gratitud para quienes les amaron. Algunas personas me han contado que sienten cuando un alma parte de este mundo, que va a despedirse o a recoger sus pasos y se manifiestan hechos en el mundo físico (reloj que se detiene al momento de la muerte, mascota que muere al momento de la defunción o algo antes, objetos que extrañamente caen, se mueven o se rompen).

Todo ello es energía, que se mueve, se transforma y se va. Nuestro inconsciente. Hace unos días se ha celebrado el día de los difuntos y tanto en las costumbres ancestrales andinas, mexicanas y japonesas observo como las familias tienen presente a sus difuntos y comparten con ellos como si estuvieran presentes. Me pregunto si este vínculo entre los ancestros, el mundo subterráneo y el mundo de la identidad no se hace más que nunca presente aportando significado a lo que vivimos cada día.