viernes, 30 de abril de 2010

Homenaje a los ausentes siempre presentes


Hoy como todos los 2 de noviembre se recuerda a los difuntos. En estas líneas quiero compartir un homenaje a quienes ya no estan y tanto me dieron.
Agradezco caricias, miradas, gestos, palabras, inspiración, su existencia y que hayan enriquecido tanto mi vida.

Desde el punto de vista personal nuestro encuentro con la muerte está presente en lo cotidiano, al dormir, al amar, al temer, al sentir la vulnerabilidad o al no tener el control, al encontrarnos con el otro o al no verlos mas.

La muerte nos acompaña en contraste con la vida, como la luz es con la sombra, el comienzo con el final, el movimiento con lo estático.

Los romances que nos hacen vivir intensamente también son anuncio en la despedida del fin.

El dolor de la muerte de un ser querido nos hace recordar nuestra finitud, lo transitorio de nuestro paso, lo efímero de la vida. El carpe diem "vive el dìa", vivir cada día a la vez, caminando construyendo nuestros sueños.

Todas las civilizaciones tienen una mención a los antepasados, un mito de origen, héroes que nos alientan a vivir nuestros desafíos.

Cuando recordamos a quienes no están, surge lo vivido, compartido, emociones sentidas lo aprendido. Amores perdidos que duelen pero nos permitieron crecer.

Los que tenemos fe en la vida eterna o que consideramos que la divinidad está en cada uno y en todo el universo, que nuestros antepasados viven en nosotros como vive el espiritú de todas las cosas vivimos con mas entereza hasta que lleguemos a nuestra cita con la muerte.

Por ello la muerte abona la vida, en lo que sabemos hoy, en nuestro lenguaje, en los valores, en la vida cotidiana está el resultado de combinaciones mágicas de energía y materia.

Hoy recuerdo en especial a familiares que partieron, valorando su presencia en mi vida, sobre todo mi padre, guía y ejemplo de amor y de vida, alma generosa.

Recuerdo en especial a mis compañeras de estudio Mónica, Ada, Pilar, quienes nos dejaron sus ganas de vivir, de aprender, de conocer, de dar.

A Xavier, que partió pronto, quedandose en mi corazón por siempre con su sensibilidad, inteligencia y curiosidad por la vida.

A tanta gente querida que ya no está,para mi tíos(as) mis abuelos(as), amigos(as), maestros(as), para todos ellos mi homenaje, gratitud y oración.

A Mercedes, Facundo, José Luis, cuyo arte nos hace vibrar, A Leonardo, Mozart, Flora, Juan Pablo II, Mahatma Gandhi, gracias por ser ejemplo al dar lo mejor de si

Dios los tenga en su glora y descansen en paz.

Por amor al arte


Berenice, 11 años

Hace unos dìas escuche la pregunta ¿Alguien puede vivir del arte?
Me desconcertò la pregunta pues no concibo una vida sin el arte...¿Imaginan una vida sin mùsica, sin poesìa, sin cuentos, novelas, sin pintura, escultura, sin historietas o sin cine?

Cada dìa la vida evoca el arte y el arte re-crea la vida y la enriquece, es un arte el vivir, el vestirse, el comer y el cocinar, es un arte el dialogar, un arte el relacionarnos, el arte esta en nuestra vida unido a la creatividad.

Constantemente apreciò la vida de quienes se concentran en vivir del arte, con arte y para el arte. Admiro a Blanca Varela, a Vargas Llosa, a Claudia Llosa, Bryce, entre otros.

Los ratos mas gratos de mi vida estàn asociados a la buena mùsica, a hermosas obras de arte como las de Dali, Leonardo, Modigliani, al teatro, a muchos buenos libros compitiendo con la belleza y el extàsis de un amanecer o una puesta de sol, de la visiòn del mar, de los celajes del cielo en el desierto, lo imponente de un paseo por las montañas, la contemplaciòn de las aves o de la diversidad de nuestra flora y fauna.

El arte nos hace trascender, podemos profundizar un sentimiento, perennizar un instante especial, agrega intensidad y nos permite digerir la vida.

El arte puede ser liberador, està a nuestro alcance siempre, podemos crear con arena, agua, con nuestro cuerpo, con palabras, colocando un ritmo al lenguaje, con materiales de desecho, con flores, frutos, con luces, contrastes, telas, perspectivas.

Todos tenemos una sensibilidad especial de acuerdo a nuestra època, entorno, experiencias, sueños y locuras....ese lado que nos hace sentir la vida como inagotabe en sus experiencias, siempre es diferente y al mismo tiempo es igual, la paradoja del arte es que nuestra vivencia atraviesa la misma evoluciòn y cambios de la vida.

domingo, 4 de abril de 2010

Valores, identidad, salud



Cuando pense en valores, la imagen primera es una balanza, todo lo que valoramos implica la elección de un principio, de una forma de vida, de un destino.

Pensemos en lo que valoraban aquellas personas con las que nos identificamos, conocíamos de sus valores o de lo que les era importante por las decisiones que tomaron en su vida, por como era su vida, por el afecto puesto en sus convicciones, en sus relaciones. El bienestar o malestar expresado en lo cotidiano.

Cuando hablamos de bienestar personal nos podemos referir a un concepto abstracto,a un ideal o a una realidad pensada como un equilibrio, que trasciende nuestras circunstancias, vinculada íntímamente a nuestra salud.

He allí la relación entre esos tres términos para un blog, en que deseaba alcanzar a propios y extraños reflexiones producto de una vida y de mi quehacer profesional como psicóloga clínica.

Desde una metodología didáctica:
Pensemos como se va formando la identidad a partir de los valores que vamos reconociendo en la interacción social.

En la relación con nuestra madre vamos adquiriendo el valor de amar, de trabajar, de pasar tiempo con quienes amamos, de ser saludables, también el valor de reir, el valor de actuar con consecuencia de acuerdo a lo que creemos y el valor de persistir a pesar del dolor y la ansiedad del cambio y la separación. Desde está relación primaria podemos experimentar las contradicciones propias de nuestro deseo y lo que consideramos que es valioso.

A veces coincide que la madre valora el tiempo de compartir, el dar en su maternidad y quienes están a su alrededor lo valoran y le dan todas las facilidades para que se pueda entregar a sustentar a otro necesitado de sus cuidados.

No es tan simple, como vemos en la sociedad se valora el éxito, el dinero, la posición, la belleza del cuerpo, la autonomía, el tener planes propios, la vida social, el divertirse, vivir el momento, el consumo, estar "con las personas correctas" y "en los momentos correctos", por ello podemos observar que muchas mujeres ven la maternidad como un valor o una elección totalmente en contraste con estos valores que aparecen como los mas encumbrados en una sociedad de consumo, donde el "tiempo es oro".

Por ello la salud se resiente, el conflicto que implica mensajes contradictorios, si viven plenamente su maternidad son personas que no "están avanzando" como personas y profesionales.

Pensemos en la evolución de la maternidad, como concepto y práctica.

A través de la historia en la Francia pre-revolucionaria, la aristocracia buscaba garantizar la descendencia a través de matrimonios arreglados y de conveniencia política o económica que no tenían mucho que ver con el "amor romántico", se tenían hijos y se los daban a criar a una mujer que recibía un pago por amamantar al niño(a), dejando a su vez está campesina el cuidado de sus propios hijos a su familia, valorando en una economía familiar el ingreso que pudiera aportar ese trabajo.

Los niños criados en ese contexto eran preparados para ser adultos como sus padres, continuando con el estilo de vida de la clase social en la que habían nacido.
La historia ha demostrado que cualquier equilibrio social es transitorio y así como en algún momento la fuerza y la guerra eran parte de la vida cotidiana, la justificación de la esclavitud de los vencidos, la valoración de los poderosos, también en el mundo familiar y espiritual se fue construyendo un sistema patriarcal donde el que manda, el que guía la vida y principios familiares fue adquiriendo el rostro del varón.

En el mundo espiritual de dioses y diosas se pasa a un Dios padre o un Dios masculino, único, de sacerdotisas y pitonisas a sacerdotes. Aún Dios fue revelándose o construído culturalmente como masculino y los sacerdotes y jerarcas mas cerca a El y sus vicarios resultaron siendo hombres.

En los últimos tiempos hay una reflexión sobre el rol de las mujeres en la Iglesia, en los credos y religiones, nuestra sociedad occidental llena sus templos con mujeres que piden protección y ayuda a un Dios padre y consolador, que nos de la fuerza frente a una vida en la que ellas muchas veces sin pareja y protección deben sacar a sus hijos adelante.

Con el nacimiento de las ideas de libertad, igualdad y fraternidad se quiebran esos valores y los ciudadanos van a ser criados y escuchar que todos somos iguales;

El concepto estaba valorando que todos los hombres,como género humano, mas las mujeres a pesar que participan en la revolución no tienen los cargos políticos, ni el reconocimiento de su igualdad y aún hoy con todos los debates e intentos políticos de sostener que existe la igualdad, son consideradas apoyo, adorno, trofeo, consagración, no sujetos con el mismo derecho y valor que su par del género masculino.

Al parecer "lo masculino" es considerado por valores sociales ímplicitos y explícitos como lo más evolucionado, más libre, tiene consigo al tomar sus decisiones para participar en la política o en el poder más que su propio parecer, autonomía y evolución.

Las mujeres en cambio son observadas con sospecha cuando toman decisiones por sí y para sí, la sombra de su posible maternidad o las obligaciones asociadas a ella hacen que la sociedad y ellas mismas no se sientan libre de tomar decisiones que no consideren a su familia pasada, presente o futura.

George Sand, escritora del siglo XIX, escribía con ese seudónimo masculino en El Figaro, también con seudónimos escribieron muchas escritoras de ese tiempo, manifestando un mundo interno y un interés por lo que sucede en el mundo social.

En América formaron parte de las tertulias revolucionarias y muchas de ellas como Clorinda Matto de Turner no solo hablaron del tema de la postergación de los campesinos o de los de origen andino sino de la necesidad de educar a la mujer.

No cesa esa presión con la soltería y el optar por el celibato y no tener hijos, la consideración de los cuidados a enfermos, ancianos y débiles es asociado a necesidad de cuidados y a ella misma. Aún que estos temas sean resueltos por otros recursos es vista con sospecha cuando se dedica totalmente a los menesteres públicos, teniendo que demostrar su racionalidad, persistencia ante la presión y dureza frente a las circunstancias que impliquen otras personas.

La reproducción y el cuidado de los más pequeños y débiles ha estado vinculado al medio doméstico, privado, al mundo de las relaciones afectivas, al mundo de "lo femenino" En ese mundo no solo nos proveen de alimento para crecer sino también vamos captando la esencia del mundo que nos rodea.

La educación libera, de lo que aparece natural, se trasaciende a comparar estilos de vida y pensamiento, se logra conocer que el cambio es posible, se aspira a un mundo mejo. Cuando se piensa y se reflexiona se trasciende lo inmediato, se posterga, se aspira por un bien mejor.

Interesante como todos en algún momento de nuestra vida hemos buscado la aprobación de quien nos cuida y nuestra conducta ha buscado llamar la atención, pues como seres gregarios la necesitamos.

No solo se nos da cuidados en la familia, se nos exige comportamientos adecuados a nuestro medio social, a nuestro género. El acento en la crianza es puesto en la buena educación, en los buenos modales en "hacer lo correcto". Cuan correcto nos preguntamos puede ser la sumisión, la obediencia en un contexto de violencia y arbitrariedad con cambios, migraciones y crisis de valores.

Algunas familias cultivan el actuar de acuerdo a la ética, el bien común, el respeto, la solidaridad, el autocontrol, el cuidado de los más debiles, la tolerancia, el dialogo, son aquellas familias donde esto se vincula con ser personas de bien, de valor.

Otras familias cultivan las apariencias, el verse bien, el tener signos de éxito y riqueza, estar en los "lugares correctos", con las "personas correctas", sin importar a que costo, formar parte de una red social de mutuos reconocimientos.

El aspirar a superarnos, la esperanza de un futuro mejor, conlleva decisiones cotidianas sobre a que dedicamos nuestro tiempo. Algunas personas ocupan buena parte de sus días en cuidar su imagen para que comunique juventud, bienestar económico, solvencia, pueden incurrir en pasar horas de su vida cuidando de estos aspectos de su vida, muchos dedicaran su esfuerzo a encontrar el trabajo que les permita ganar mucho dinero y poder,dejando para otros el cuidado de la familia o las relaciones de intimidad o el trabajar para solidariamente construir un mundo mejor y el tiempo libre estará ocupado en ver programas de televisión que muestran un mundo en caos, con violencia, amenazante de la seguridad individual y modelos de vida en que lo inmediato, el placer físico y la acción ocupan el foco, distrayendonos de pensar.

La política es una forma de acercarnos o alejarnos del ideal de construir un mundo mejor, muchos usan la política para su propio beneficio, para catapultarse hacia el poder sin importar a que precio.

Los soñadores, los locos, los que sueñan en un mundo con justicia, equidad, respeto son mirados con sorna, como desubicados y poco pragmáticos. Trabajar seriamente desde la economía para el bien común no es es visto como tan importante como engrosar los ingresos del Estado y vemos las Instituciones que debían trabajar por el bien común, el desánimo y la falta de esfuerzo en aquellos que son empleados públicos, quienes en vez de ser soñadores que buscan el servicio y el desarrollo del pueblo que paga sus salarios, se conforman con recibir su sueldo, haciendo lo que les mandan y sin desarrollar propuestas de cambio y de eficiencia.

Instituciones como el Poder Judicial, la policía, tienen entre sus filas personas que se valen de las leyes para su propio beneficio o para el beneficio de quienes pagan su silencio o complicidad y los ciudadanos de pie miran incrédulos a estos elefantes como inentendibles y peligrosos, temiendo como en el proceso de Kafka verse envueltos en alguna situación que tenga que ser resuelta o complicada en estas instancias sin seguridad de la aplicación de la justicia. Hasta los propios implicados mienten descaradamente porque no existe la noción que la verdad es un valor.

La salud también está inmersa en una realidad confusa y contradictoria, la publicidad nos habla de gratificaciones con dulces y comidas abundantes, consumidas sin esfuerzo mental o físico, mientras nos presenta cuerpos delgados relacionados a dieta y ejercicio, nos venden estilos de consumo donde la tecnología, las casas, los servicios son cada vez mas complejos y aparentemente imprescindibles y necesitamos comprar la marca de ropa, de autos, el veraneo y se incrementan síntomáticamente la anorexia y la bulimia en niñas, adolescentes y mujeres, la delincuencia y el consumo de drogas en niños, adolescentes y varones, la depresión y ansiedad en todas las edades, los infartos, el cáncer, la diabetes y la obesidad.

Si valoramos una vida sana necesitamos parar y reflexionar sobre que es lo importante, la necesidad de todos los seres humanos de tener un mito, un sueño, un proyecto de vida, el considerar que en las relaciones íntimas y auténticas encontramos la fuerza y el sentido, cuidamos nuestro presente, nuestro mundo, miramos a las plantas, a los animales, sentimos que nuestra vida esta en el oxígeno, en el agua, en la tierra y nos replanteamos lo que es valioso.

Pienso en el autor de "El Delfín", el siguió su sueño, por ello tantos buscan en la vida espiritual el sentido,ante un mundo rudo e insensible,ante la enfermedad y la muerte, reconocemos nuestra vulnerabilidad, la temporalidad, nuestra responsabilidad con los niños y los ancianos.

La salud está relacionada con el vivir bien, en paz, en armonía, difícil reto para un mundo de prisa, donde todo es relativo, donde lo que hoy es mi credo, mañana puede cambiar y está esa sed de verdad que todos encontraremos solo en el silencio, en meditar cual es nuestro papel y rol en un mundo.

La vida es cambio y no por la rapidez con la que pasan los hechos deja de tener trascendencia las pequeñas decisiones cotidianas inspiradas en nuestro ser.
Si importa la sensibilidad, los sueños, las emociones, los compromisos con las causas perdidas, la mirada y la búsqueda de la integridad es posible y nuestra identidad se va construyendo no solo por nuestras experiencias sino por ese sello que vamos poniendo en nuestras decisiones, aquellas que van configurando quienes somos.